Recuerdo...unos días sin rumbo...unas noches sin descanso, horas y horas sintiendo dolor intentando recomponer y colocar las piezas rotas de un corazón que no tiene nada...
Pegado a algo desaparecido, en mis manos el móvil, elemento indispensable para no sentirme solo...lo único que me saca del infierno y me devuelve al planeta donde nací...todo lo que bebo forma parte de mis lagrimales.
Mis amistades intentan devolver cordura y tranquilidad...y reciben preguntas y lagrimas...el vacío me llena y nada forma parte de mi...soy naufrago en una ciudad, rodeado de soledad...y frio vagando por lenguas de asfalto...sin parar, ansioso, triste, nervioso...roto. Dando un giro inesperado, sin darme cuenta me dirigí a una luz lejana, era lo único que parecía calmar el dragón que quemaba y desgarraba mi interior, Km tras Km la luz parecía mas cerca...y yo mas tranquilo...subiendo una pequeña colina, al poco estaba bajo el faro...era de mármol...los destellos que seguí, eran mas azules cuanto mas cerca...solo un perro manchado...se acurrucaba junto al faro.
Cada vez que sentía dolor, me acercaba al faro...y lograba descansar mi alma...solo mirando. verdad es que durante días no me moví de la pequeña colina...
La luz del faro, me tuvo en su regazo, dando consuelo y paz, ahora que no estoy roto, le tengo en mucha estima, y deseando no volver a mirar su luz en forma de alas de angel...salvo por el placer de recordar.
SONANDO: "Quiero beber hasta perder el control".
jueves, 8 de agosto de 2013
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